Argumento de «Doña Blanca de Navarra» de Navarro Villoslada (primera parte)

Doña Blanca de Navarra, de Navarro VilllosladaLa acción de esta novela de Francisco Navarro Villoslada[1] comienza en Navarra el año 1461. El reino se encuentra dividido en dos bandos, el de los agramonteses, partidarios de don Juan II, rey de Aragón y de Navarra, y el de los beamonteses, que apoyan a la Princesa de Viana, doña Blanca, legítima heredera de la Corona una vez que ha muerto su hermano Carlos. Para escapar de sus perseguidores, doña Blanca ha decidido vivir en la villa de Mendavia, fingiéndose una sencilla labradora, con el nombre de Jimena. Un día, Jimeno (hijo de un judío, que se ha enamorado de ella y que, por amor, se ha bautizado con ese nombre), contempla cómo su amada es raptada por los agramonteses. Para tratar de rescatarla, el judío se convierte en capitán de una partida de bandoleros tras derrotar en las Bardenas al temible Sancho de Rota. Esperando encontrar a la villana de Mendavia, rescata a varias cautivas que estaban en poder de los bandidos; una de ellas, Inés, queda perdidamente enamorada de su libertador, pero Jimeno no puede corresponder a este sentimiento, porque su corazón lo llena la fingida labradora. Pasa el tiempo y, finalmente, Jimeno consigue rescatar a doña Blanca cuando es enviada hacia el castillo de Orthez[1], donde va a quedar en poder de su ambiciosa hermana doña Leonor, casada con el Conde de Foix, que desea a toda costa ser reina de Navarra; sin embargo, por una equivocación —ya que desconoce que la mujer que ama es la Princesa de Viana—, la lleva precisamente al mismo castillo adonde la conducían sus enemigos.

Al darse cuenta de su error, intentan escapar ambos con la ayuda de don Gastón, el hijo de doña Leonor, pero esta y sus caballeros consiguen detenerlos; doña Leonor desarma por completo a Jimeno al afirmar delante de todos que no es más que el hijo de un judío y, además, el capitán de una gavilla de ladrones: ningún caballero quiere cruzar su espada con él, y no le queda más remedio que huir, avergonzado y confuso. En realidad, Jimeno es hijo bastardo del rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo, pero solo doña Leonor posee los documentos que acreditan esa identidad. Tras la marcha de Jimeno, la princesa doña Blanca queda en poder de sus enemigos y, finalmente, muere envenenada por su propia hermana.


[1] Para este autor ver Carlos Mata Induráin, Francisco Navarro Villoslada (1818-1895) y sus novelas históricas, Pamplona, Gobierno de Navarra (Dpto. de Educación, Cultura, Deporte y Juventud-Institución Príncipe de Viana), 1995. Y para su contexto literario remito a Carlos Mata Induráin, «Estructuras y técnicas narrativas de la novela histórica romántica española (1830-1870)», en Kurt Spang, Ignacio Arellano y Carlos Mata (eds.), La novela histórica. Teoría y comentarios, Pamplona, Eunsa, 1995, pp. 145-198; 2.ª ed., Pamplona, Eunsa, 1998, pp. 113-151.

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