El «Persiles» de Cervantes, paradigma del arte narrativo barroco

Los_trabajos_de_Persiles_y_Sigismunda_(1617)Si Los trabajos de Persiles y Sigismunda ha sido, durante mucho tiempo, uno de los libros menos estudiados y peor entendidos de Cervantes, en las últimas décadas el panorama crítico ha cambiado notablemente, hasta el punto de poder afirmarse que la novela póstuma del ingenio complutense goza hoy día de una excelente salud. Recordemos que, si bien la obra alcanzó un rotundo éxito —superior incluso al del Quijote— en el momento de su aparición (con seis ediciones en 1617 y varias traducciones en los años inmediatos), más tarde cayó en un profundo olvido que duraría siglos[1].

El interés por ella empezó a recuperarse en el siglo XX: hitos importantes fueron la edición de 1914 de Schevill y Bonilla dentro de las Obras completas de Cervantes y la de Avalle-Arce en Castalia en 1969[2]; desde entonces, el interés se ha intensificado y hoy contamos con una exhaustiva edición crítica —la de Carlos Romero, en Cátedra, con un buen arsenal de notas y apéndices, que había alcanzado ya una tercera edición en 2003—, a lo que debemos añadir la publicación en los últimos años de varias monografías[3]. Como último detalle de ese renovado interés podemos mencionar la reciente celebración, en septiembre de 2003 y en Lisboa, del V Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas, con el Persiles como tema central. En definitiva, parece claro que estamos asistiendo a una profunda revalorización de la obra que pudiéramos considerar el testamento literario de Cervantes, y las entradas que le voy a dedicar quieren insistir en esa revalorización, poniendo de manifiesto su riqueza y también su complejidad narrativa.

En este sentido, al hablar del Persiles como paradigma del arte narrativo barroco, pretendo destacar la compleja construcción levantada por Cervantes, haciendo gala de su maestría narrativa, que se manifiesta en un hábil manejo de numerosos recursos técnicos y estructurales: no en balde en esta su última novela intenta llevar a la práctica su particular teoría narrativa, concretada en una novela de aventuras ideal. Suele repetirse, y con toda razón, que Cervantes se convierte con el Quijote en el creador de la novela europea moderna. Sin embargo, a ese proceso de renovación del género novelístico contribuye también el Persiles, una pieza que probablemente se ha ido escribiendo, en distintos periodos, coincidiendo o alternando con la redacción de la primera parte del Quijote, las Ejemplares y la segunda parte del Quijote, en esa década prodigiosa que va de 1605 a 1615. El Persiles es una obra rica en contenido ideológico, pero no menos rica también en su expresión artística; y aunque en cualquier obra literaria el fondo y la forma sean en última instancia inseparables, quisiera destacar —lo iremos viendo en los próximos días— algunos aspectos de la complejidad narrativa de la obra[4].


[1] Ver Rafael Osuna, «El olvido del Persiles», Boletín de la Real Academia Española, 48, 1968, pp. 55-75.

[2] Otros trabajos importantes de esas fechas fueron los siguientes: Carlos Romero, Introduzione al «Persiles» di Miguel de Cervantes, Venezia, Consiglio Nazionale delle Ricerche, 1968; Alban K. Forcione, Cervantes, Aristotle and the «Persiles», Princeton, Princeton University Press, 1970 y Cervantes’ Christian Romance. A Study of «Persiles y Sigismunda», Princeton, Princeton University Press, 1972; Juan Bautista Avalle-Arce y Edward C. Riley (eds.), Suma cervantina, Londres, Tamesis, 1973; y Joaquín Casalduero, Sentido y forma de «Los trabajos de Persiles y Sigismunda», 2.ª ed., Madrid, Gredos, 1975.

[3] Ver, sobre todo, Diana de Armas Wilson, Allegories of Love: Cervantes’ «Persiles and Sigismunda», Princeton, Princeton University Press, 1991; Emilio Orozco Díaz, Cervantes y la novela del Barroco (del «Quijote» de 1605 al «Persiles»), edición, introducción y notas de José Lara Garrido, Granada, Universidad de Granada, 1992; Stephen Harrison, La composición de «Los trabajos de Persiles y Sigismunda», Madrid, Pliegos, 1993; Aurora Egido, Cervantes y las puertas del sueño: estudios sobre «La Galatea», el «Quijote» y el «Persiles», Barcelona, PPU, 1994; Amy R. Williamsen, Co(s)mic Chaos. Exploring «Los trabajos de Persiles y Sigismunda», Newark, Juan de la Cuesta, 1994; Julio Baena, El círculo y la flecha: principio y fin, triunfo y fracaso del «Persiles», Chapel Hill, Department of Romance Languages-University of North Carolina, 1996; Isabel Lozano Renieblas, Cervantes y el mundo del «Persiles», Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 1998; Maria Alberta Sacchetti, Cervantes’ «Los trabajos de Persiles y Segismunda»: a Study of Genre, Rochester, Tamesis, 2001; Jean-Marc Pelorson, El desafío del «Persiles», Toulouse, Presses Universitaires du Mirail, 2003; y Jean-Pierre Sánchez (coord..), Lectures d’une œuvre. «Los trabajos de Persiles y Sigismunda» de Cervantes, Nantes, Éditions du Temps, 2003. La bibliografía, por supuesto, se ha seguido acumulando en los años posteriores.

[4] Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «El Persiles de Cervantes, paradigma del arte narrativo barroco», en Ignacio Arellano y Eduardo Godoy (eds.), Temas del Barroco hispánico, Madrid / Frankfurt am Main, Iberoamericana / Vervuert, 2004, pp. 197-219.

19 comentarios en “El «Persiles» de Cervantes, paradigma del arte narrativo barroco

  1. Me guardo ésta porque del Persiles no sé casi nada y es que lo he tratado de evitar y cada vez me siento más culpable y más vaga. Lo poco que leo en el Persiles es a través de Aurora Egido cuando se refirió a Periandro y sus borradores, escritos que va descartando uno tras otro; y me interesó su referencia a Feliciana de la Voz, la que desata su voz. Me traen a la memoria un ensayo de James Parr, ex presidente de la Cervantes Society of America, sobre la complementariedad entre escritura y oralidad (Parr aplica deconstruccionismo derrideano) y otro de Ruth El Saffar en el que analiza La Galatea como un diálogo inacabado y a 2 voces: hombre/mujer. Por ahí es que le voy a entrar al Persiles, algún día, cuando tenga valor y tiempo.

  2. Pingback: El propósito del «Persiles» y sus principales interpretaciones | Ínsula Barañaria

  3. Pingback: El taller narrativo del «Persiles»: ejes estructurantes | Ínsula Barañaria

  4. Pingback: El «Persiles», un laberinto de historias intercaladas | Ínsula Barañaria

  5. Pingback: La admiración, la verosimilitud y lo maravilloso en el «Persiles» (1) | Ínsula Barañaria

  6. Pingback: La admiración, la verosimilitud y lo maravilloso en el «Persiles» (y 2) | Ínsula Barañaria

  7. Pingback: Economía narrativa en el «Persiles»: un ejemplo | Ínsula Barañaria

  8. Pingback: Elementos líricos en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  9. Pingback: Elementos dramáticos en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  10. Pingback: Elementos alegóricos y emblemáticos en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  11. Pingback: Elementos pictóricos y visuales en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  12. Pingback: Elementos mitológicos y de la Antigüedad clásica en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  13. Pingback: Elementos de la tradición animalística en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  14. Pingback: Onomástica elocuente y objetos simbólicos en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  15. Pingback: El «Persiles», una narrativa en libertad | Ínsula Barañaria

  16. Pingback: Cervantes poeta: el soneto del enamorado portugués Sosa Coitiño | Ínsula Barañaria

  17. Pingback: Cervantes poeta: el soneto de Policarpa en el «Persiles» | Ínsula Barañaria

  18. Pingback: El «Persiles», novela póstuma de Cervantes | Ínsula Barañaria

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.