Amado Alonso se detiene bastante (pp. 88-126)[1] en recordar las opiniones de Alessandro Manzoni sobre las obras de tipo histórico. El autor de I Promessi Sposi (Los novios), en su Carta sobre las unidades dramáticas, hizo una brillante apología del drama histórico, que será mejor cuanto más fiel sea a la historia.
Pero más tarde, en otro ensayo teórico[2], condenó como género contradictorio toda mezcla de historia y ficción. Para Manzoni, la novela histórica tiene que fracasar necesariamente como historia y como literatura, pues ambos elementos se estorban recíprocamente: la novela histórica fracasa como historia por su parte novelesca; y queda arruinada como novela precisamente por su contenido histórico. Alonso no está de acuerdo con esto, y la mejor prueba que presenta para contradecir al escritor italiano es su propia obra Los novios, que es una de las novelas históricas que alcanza mayores cotas de poesía.
[2] Alejandro Manzoni, De la novela histórica y, en general, de las composiciones mezcla de historia y de ficción, trad. de Federico Baráibar y Zumárraga publicada en el tomo CLI de la Biblioteca Clásica, Madrid, 1891, pp. 267-340.