No me resulta posible analizar con detalle cuestiones relacionadas con el estilo de las dos obras[1] de Narciso Serra, pero quiero dejar constancia, al menos, de la importante presencia de elementos humorísticos, que apreciamos en los latinajos del doctor, o en los celos de Josef cuando Quevedo corteja a Magdalena, así como en los continuos chistes y juegos de palabras que van salpicando ambas obras: «las monjas Trinitarias / que trinan de pobres» (El loco de la guardilla, p. 6); la insinuación sobre el destino de un rocín comprado por un pastelero (El loco de la guardilla, p. 15); la jocosa indicación de Josef, enamorado de Magdalena, que proclama que «Magdaleno / estoy siendo por su cara» (El bien tardío, p. 10), etc.
Como ya ha quedado indicado en alguna entrada anterior, la calidad literaria de estas dos piezas de Narciso Serra no es excesiva: hay, sí, una fácil versificación, y cierta gracia y ligereza en la construcción de las tramas y los personajes; pero no están exentas de errores, anacronismos y ripios. En cualquier caso, más allá de su relativo valor como obras de arte, sí que resultan piezas de alto interés pues reflejan muy bien la imagen que se tenía del escritor y su obra en ese determinado momento decimonónico y todavía post-romántico. Cervantes es el genial escritor maestro de la lengua castellana, creador del personaje inmortal de don Quijote, quintaesencia a su vez —pudiera decirse así— del carácter español. Se le contempla admirativamente como un genio olvidado y no recompensado que murió en pobreza y soledad.
En suma, El loco de la guardilla y El bien tardío son dos obras interesantes no tanto por su valor estrictamente literario, sino por ser dos eslabones en la cadena de la recepción cervantina en el siglo XIX, en este caso en relación con la propia biografía del escritor, convertido aquí por Serra en ser de ficción, esto es, en personaje de zarzuela y drama[2].
[1] Citaré por Narciso Serra, El loco de la guardilla. Paso que pasó en el siglo XVII, escrito en un acto y en verso, por don…, música del maestro D. Manuel [Fernández] Caballero, 8.ª ed., Madrid, Establecimiento tipográfico de M. Minuesa, 1888; y Narciso Serra, El bien tardío. Segunda parte de El loco de la guardilla. Drama original en un acto y en verso, 2.ª ed., Madrid, Librería e imprenta de Eduardo Martínez, 1876.
[2] Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «Cervantes, personaje de zarzuela y drama: El loco de la guardilla (1861) y El bien tardío (1867), de Narciso Serra», en Christoph Strosetzki (ed.), Visiones y revisiones cervantinas. Actas selectas del VII Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas, Alcalá de Henares, Asociación de Cervantistas / Centro de Estudios Cervantinos, 2011, pp. 579-589. Y también Narciso Serra, La boda de Quevedo, estudio preliminar, edición y notas de Carlos Mata Induráin, Pamplona, Eunsa, 2002 (Anejos de La Perinola, 10).