Los cuentos de este libro, Un puñado de manzanas verdes, escritos con trazos sencillos pero vigorosos, son páginas llenas de vida: se advierte en ellos un pálpito de humanidad y ternura, también de emocionada nostalgia.
José María Sanjuán sabe dar a cada anécdota, a cada detalle, la máxima categoría estilística. Destaca su capacidad para captar los diversos sentimientos de los personajes: el miedo, la esperanza, la angustia, la resignación, en especial de los seres más desvalidos de la sociedad (niños, jóvenes jornaleros, emigrantes, personas derrotadas…), de nuevo vistos cariñosamente por el narrador, envueltos en su mirada tibia y amorosa. Tal es, sin duda alguna, uno de los principales valores de esta hermosa colección de relatos.