Los personajes en «Doña Blanca de Navarra» de Navarro Villoslada (3)

Inés de Aguilar es un personaje femenino característico en las obras de Francisco Navarro Villoslada[1]: ella encarna la generosidad, la resignación y la caridad cristianas, el sacrificio para conseguir la felicidad del ser amado, aunque para ello tenga que renunciar a todos sus sueños; de ahí las notas de melancolía que adornan su carácter. Igual que doña Blanca, es otro «ángel de bondad»: salva la vida de su rival, la mujer que ama Jimeno; es más, haciendo un «sublime esfuerzo de abnegación» le pide a éste que ame a la reina de Navarra como amó a la villana de Mendavia. Desde ese momento la joven solo vive para proteger a cada instante, como un ángel custodio, a su amado, que tantas veces la ha desdeñado: «Me verás a tu lado cuando todos huyan de ti, y me verás huir de ti cuando tengas quien te consuele»; «Nunca te abandonaré mientras te vea solo», le recuerda.

En la segunda parte, reaparece como la penitente de la Virgen de Rocamador, y sigue siendo la misma mujer que besa la mano que le hiere.

Virgen de Rocamador, Estella

Estas palabras suyas revelan perfectamente el carácter cristiano con que quiso dotar Navarro Villoslada a este personaje:

—Yo he nacido para velar por ti y para sufrir por ti. Dios ha puesto en mi corazón una llama de amor puro, santo, cristiano, la llama de la caridad, que no se extingue, y en el tuyo una ingratitud que nunca cede; mi destino es amarte, y el tuyo hacerme padecer. Yo no me quejo, yo me resigno. ¡Dichosa yo si las penas que hoy he sufrido pueden proporcionarte satisfacciones tan completas como las que hoy has experimentado!

Inés, con su «alma buena y generosa», constituye, pues, una personificación de la caridad cristiana: «En la cruz podemos abrazarnos y amarnos todos», comentará. Tras perdonar a doña Leonor, que la ha calumniado, y tras salvarla al convencer a Jimeno para que desista de su plan de envenenarla, se retira a la paz de un convento (solución frecuente para otras heroínas románticas).


[1] Para este autor ver Carlos Mata Induráin, Francisco Navarro Villoslada (1818-1895) y sus novelas históricas, Pamplona, Gobierno de Navarra (Dpto. de Educación, Cultura, Deporte y Juventud-Institución Príncipe de Viana), 1995. Y para su contexto literario remito a Carlos Mata Induráin, «Estructuras y técnicas narrativas de la novela histórica romántica española (1830-1870)», en Kurt Spang, Ignacio Arellano y Carlos Mata (eds.), La novela histórica. Teoría y comentarios, Pamplona, Eunsa, 1995, pp. 145-198; 2.ª ed., Pamplona, Eunsa, 1998, pp. 113-151.

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