Lope, las academias literarias y un atentado frustrado

En otoño del 1611 Lope asiste a la Academia del conde de Saldaña, de la que lo hacen secretario[1]. En 1612 frecuenta otra reunión literaria, la Academia del Parnaso, que más tarde será conocida por el nombre de «Selvaje», por estar bajo el patrocinio de don Francisco de Silva y Mendoza, hermano del duque de Pastrana. En una carta al de Sessa, fechada el 2 de marzo de 1612, escribe Lope:

Las Academias están furiosas; en la pasada se tiraron los bonetes dos licenciados; yo leí unos versos con unos anteojos de Cervantes que parecían huevos estrellados mal hechos.

Anteojos

La salud de su esposa Juana empeora; y sufre un intento de asesinato, que el propio escritor relata a Sessa con estas palabras:

Y perdone Vuestra Excelencia el escribirle así y de tan mala letra, que estoy metido en una gran refriega, porque viniendo de los Descalzos el lunes a las ocho de la noche, me dieron muchas cuchilladas, sin que pudiera desenvolverme; no me hirieron, que los que ven mi capa lo juzgan a milagro; antes la persona que intentó lo que digo cayó en unas piedras y dejó allí mucha sangre, de donde se entiende que yo estaba inocente y él engañado. Hase alborotado el lugar, como si yo fuera cosa de consideración con él, y visitádome jueces.


[1] El texto de esta entrada está extractado del libro de Ignacio Arellano y Carlos Mata Induráin Vida y obra de Lope de Vega, Madrid, Homolegens, 2011. Se reproduce aquí con ligeros retoques.

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