La reconstrucción arqueológica en «Doña Blanca de Navarra» de Navarro Villoslada (y 2)

Iñigo Arista alzado sobre el pavésDe gran sabor arqueológico es toda la escena del capítulo VIII de la segunda parte de esta novela de Francisco Navarro Villoslada[1], correspondiente a la coronación de doña Leonor: se describen las calles de Estella adornadas para la ocasión; la composición de las Cortes navarras, con sus tres brazos (el eclesiástico, el nobiliario y el de las «buenas villas»); el juramento de los fueros de Navarra que deben pronunciar los reyes para ser reconocidos como tales, así como el que hacen a su vez los tres brazos del reino; y el alzamiento sobre el pavés de la reina. La minuciosidad del autor llega hasta el extremo de mencionar detalles mínimos, como el de que el fuero exige que el nuevo monarca derrame moneda nueva con su busto y nombre.

La misma preocupación se nota también en el empleo de palabras más o menos técnicas correspondientes a diversas realidades de la época, como la moneda, los oficios y las instituciones jurídicas: cornados, florines de oro, archeros, heraldos, farautes, collazos, pecheros, prebostes, maestre-hostal (así era llamado el mayordomo de palacio), clérigos de botillería… No es que todos estos detalles señalados proporcionen más calidad a una novela histórica; al contrario, para muchos críticos la acumulación de todos estos elementos supone una rémora que dificulta el avance de la acción novelesca propiamente dicha. Así sucede, ciertamente, cuando una acumulación documental indebida, por lo excesivo, llega a ahogar la parte puramente ficticia de la novela; sin embargo, cuando su proporción es adecuada, como en el caso de Navarro Villoslada, sirve para demostrar la preocupación del novelista histórico, que no desea aminorar la sensación de veracidad de sus producciones descuidando o despreocupándose por completo de este aspecto.


[1] Para este autor ver Carlos Mata Induráin, Francisco Navarro Villoslada (1818-1895) y sus novelas históricas, Pamplona, Gobierno de Navarra (Dpto. de Educación, Cultura, Deporte y Juventud-Institución Príncipe de Viana), 1995. Y para su contexto literario remito a Carlos Mata Induráin, «Estructuras y técnicas narrativas de la novela histórica romántica española (1830-1870)», en Kurt Spang, Ignacio Arellano y Carlos Mata (eds.), La novela histórica. Teoría y comentarios, Pamplona, Eunsa, 1995, pp. 145-198; 2.ª ed., Pamplona, Eunsa, 1998, pp. 113-151.

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