La comedia burlesca «La venida del duque de Guisa con su armada a Castelamar»: final

La comedia de La venida del duque de Guisa con su armada a Castelamar brinda buenos ejemplos para el análisis de diversas modalidades burlescas propias de este peculiar subgénero dramático[1]. Hay, en efecto, en el texto que nos ocupa otros pasajes también interesantes que podrían considerarse igualmente. Así, entre otros: la ridícula recepción de los jurados de Castelamar a Guisa, con su grotesco saludo inicial («Todos puestos en cuclillas / aclamamos a tu Alteza», vv. 151-152[2]) y la no menos absurda despedida («Adiós, Duque reverendo; / ¡viva su paternidad!», vv. 259-260); las incongruentes disposiciones militares de Guisa (vv. 509-550); o los diálogos pseudo-amorosos[3] entre el duque y la dama Lucrecia, en las escenas que abren las jornadas segunda y tercera (vv. 367-444 y 849-912).

Wenceslaus Hollar, Cabezas grotescas («Leonardo da Vinci inv.  W. Hollar fecit. 1645»). Lamporecchio (Italia), Nuova Fondazione Rossana e Carlo Pedretti.
Wenceslaus Hollar, Cabezas grotescas («Leonardo da Vinci inv.  W. Hollar fecit. 1645»). Lamporecchio (Italia), Nuova Fondazione Rossana e Carlo Pedretti.

Sea como sea, baste en esta ocasión con los cinco paradigmas compositivos examinados (festín grotesco, audiencia ridícula, reto y contra-reto paródicos, agüero ridículo y arenga militar jocosa) para ejemplificar algunas de las estructuras constructivas utilizadas reiteradamente por quienes escribieron comedias burlescas. Y es que el autor de esta pieza —Martín Lozano o quienquiera que fuese— hace gala de conocer muy bien las características de un subgénero típicamente carnavalesco —y cortesano por el ámbito de su representación— que vuelve del revés todos los recursos y convenciones de la dramaturgia seria aurisecular[4].


[1] Esta publicación forma parte de las actividades del proyecto La burla como diversión y arma social en el Siglo de Oro (II). Poesía política y clandestina. Recuperación patrimonial y contexto histórico y cultural (ref. PID2020-116009GB-I00), del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) del Gobierno de España.

[2] Todas las citas serán por la edición de Periñán y Pierucci, con algunos ligeros retoques en la puntuación o acentuación que no consignaré: Martín Lozano, La venida del Duque de Guisa con su armada a Castelamar, ed. de Blanca Periñán y Daniela Pierucci, en Comedias burlescas del Siglo de Oro, tomo VI, ed. del GRISO dirigida por Ignacio Arellano, Madrid / Frankfurt am Main, Iberoamericana / Vervuert, 2007, pp. 463-557.

[3] Para la parodia de distintos elementos relacionados con el amor y, en particular para estos diálogos pseudo-amorosos, muy frecuentes en el subgénero, remito a dos trabajos anteriores míos: Carlos Mata Induráin, «La parodia del retrato femenino en la comedia burlesca del Siglo de Oro», en Actas del Congreso «El Siglo de Oro en el nuevo milenio», ed. Carlos Mata y Miguel Zugasti, Pamplona, Eunsa, 2005, tomo II, pp. 1195-1212; y Carlos Mata Induráin, «La mujer en la comedia burlesca del Siglo de Oro», en Damas en el tablado. XXXI Jornadas de Teatro Clásico. Almagro, 1, 2 y 3 de julio de 2008, ed. Felipe B. Pedraza Jiménez, Rafael González Cañal y Almudena García González, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2009, pp. 283-299.

[4] Para más detalles ver Carlos Mata Induráin, «Algunos paradigmas compositivos en la comedia burlesca La venida del duque de Guisa con su armada a Castelamar», Atalanta. Revista de las letras barrocas, 9.2, 2021, pp. 57-87.

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