En las secciones primera y tercera de esta cuarta parte de Final son bastantes los poemas que se refieren de una u otra forma a distintos aspectos relacionados con el quehacer creador (fundamentalmente el literario, pero no de forma exclusiva, pues hay también alusiones a la música o a la pintura). Sin embargo, ninguno de ellos está tratado de forma exhaustiva, como ocurría en la segunda parte, en la que, a lo largo de las secciones tituladas «La expresión» y «Vida de la expresión», Guillén estudiaba sistemáticamente, con detenimiento, todo lo relacionado con el poeta, el poema, el material poético, la palabra poética y la relación con el lector. En la cuarta parte hay, sí, algunos poemas dedicados por entero —o que aluden en algunos de sus versos— a la inspiración y al poder de la imaginación («Dánae», «Viaje al gran pasado», «Alfonso Canales», «Inspiraciones»); un poema dedicado a los críticos que simplifican el entendimiento de su obra («Enemigo»); otro sobre el grupo poético del 27 («Testimonio»); un ataque a uno de sus miembros, Cernuda («Una elegancia»); alusiones a la obra bien cumplida y la consideración del escritor como cazador («Miguel Delibes»); el comentario de la poética de un autor concreto («Vicente Aleixandre»); la actitud del poeta ante la Historia, o sea, el compromiso («Vanidad y pompa»); el deseo de conocer todo frente a la necesidad de dar fin a su obra poética («Con límite, sin límite»), etc. Pero, repito, todo esto ocurre en poemas sueltos, sin llegar a formar un bloque homogéneo.
Algo más importantes —por su concisión y claridad— resultan a mi modo de ver los versos que Guillén coloca como lema al principio de las secciones primera y tercera: «Si bien lo dices, / Si es justa la expresión, nos pacifica. / Justa correspondencia: / Realidad y palabra». Con estos versos que encabezan «En tiempo fechado» el poeta nos indica la relación existente entre realidad y palabra; la importancia de la palabra en justa correspondencia con los referentes reales, con las cosas existentes; pero la palabra debe ser la justa, la adecuada. Por otra parte, expresión será un concepto importante en la poética guilleniana: no en vano tituló «Expresión» y «Vida de la expresión» los dos apartados de la segunda sección en que estudia las cuestiones metapoéticas. Veamos también los versos colocados al principio de la tercera sección:
Inspiración. Poema. Ordenación. Conjunto
Que aspira a ser un libro.
Autor con su lector. El acto de lectura.
—Si tú vibras, yo vibro.
Obra completa se concluye ahora.
Además del aviso del fin de Aire Nuestro, encontramos enunciados dos aspectos importantes: la producción poética de Guillén como conjunto, como un todo unitario, y la relación enriquecedora con el lector a través del acto de lectura. Con todo esto enlaza el último poema de esta cuarta parte, «En último término», que vuelve a tratar los dos mismos aspectos, obra total y comunicación con el lector:
Mi labor, mi ambición son en resumen:
Identidad personal en conjunto
Coherente de obra: poesía.
Un honesto servicio de cultura.
Al sensible lector ardua sentencia[1].
[1] Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «La cuarta parte de «Final», de Jorge Guillén: «En tiempo fechado». Ordenación temática», Rilce. Revista de Filología Hispánica, 13.1, 1997, pp. 74-101.