No podía faltar en este recorrido por la poesía navideña una composición del Fénix Lope de Vega, autor que cultivó con asiduidad esta temática[1]. Ya en años anteriores han entrado en el blog otros poemas suyos como «Las pajas del pesebre…», «De una Virgen hermosa / celos tiene el sol», «Zagalejo de perlas, / hijo del Alba», «Nace el alba María, / y el Sol tras ella», «Reyes que venís por ellas, / no busquéis estrellas ya», «Campanitas de Belén», «Al Santo Nombre de Jesús» o «Los celos de San José».
El que traigo hoy se titula «Al nacimiento de Cristo» y dice así:
Repastaban[2] sus ganados
a las espaldas de un monte
de la torre de Belén
los soñolientos pastores,alrededor de los troncos
de unos encendidos robles,
que, restallando a los aires,
daban claridad al bosque.En los nudosos rediles
las ovejuelas se encogen;
la escarcha en la hierba helada
beben pensando que comen.No lejos los lobos fieros,
con los aullidos feroces,
desafían los mastines,
que adonde suenan, responden.Cuando las escuras[3] nubes,
de sol coronado, rompe
un Capitán celestial
de sus ejércitos nobles[4],atónitos se derriban
de sí mismos los pastores,
y por la lumbre las manos
sobre los ojos se ponen.Los perros alzan las frentes,
y las ovejuelas corren
unas por otras turbadas
con balidos desconformes[5].Cuando el nuncio soberano
las plumas de oro descoge[6],
y enamorando los aires,
les dice tales razones:«Gloria a Dios en las alturas,
paz en la tierra a los hombres[7],
Dios ha nacido en Belén
en esta dichosa noche.»Nació de una pura Virgen;
buscalde[8], pues sabéis dónde,
que en sus brazos le hallaréis
envuelto en mantillas pobres».Dijo, y las celestes aves
en un aplauso conformes
acompañando su vuelo
dieron al aire colores.Los pastores, convocando
con dulces y alegres voces
toda la sierra, derriban
palmas y laureles nobles.Ramos en las manos llevan,
y coronados de flores,
por la nieve forman sendas
cantando alegres canciones.Llegan al portal dichoso
y aunque juntos le coronen
racimos de serafines,
quieren que laurel le adorne.La pura y hermosa Virgen
hallan diciéndole amores
al niño recién nacido,
que Hombre y Dios tiene por nombre[9].El santo viejo[10] los lleva
adonde los pies le adoren,
que por las cortas mantillas
los mostraba el Niño entonces.Todos lloran de placer,
pero ¿qué mucho[11] que lloren
lágrimas de gloria y pena,
si llora el Sol por dos soles[12]?El santo Niño los mira,
y para que se enamoren,
se ríe en medio del llanto,
y ellos le ofrecen sus dones.Alma, ofrecelde los vuestros[13],
y porque el Niño los tome,
sabed que se envuelve bien
en telas de corazones[14].
[1] Baste recordar su volumen Pastores de Belén. Prosas y versos divinos de Lope de Vega Carpio (Madrid, Juan de la Cuesta, 1612).
[2] Repastaban: volvían a dar de pastar.
[3] escuras: forma usual en la lengua clásica por oscuras.
[4] un Capitán celestial / de sus ejércitos nobles: el ángel que anuncia a los pastores el nacimiento del Salvador.
[5] desconformes: disconformes, discordantes entre sí.
[6] descoge: despliega, extiende.
[7] Cfr. Lucas, 2, 14 y ss.
[8] buscalde: buscadle, forma de imperativo con metátesis; lo mismo que ofrecelde, unos versos más abajo.
[9] Hombre y Dios tiene por nombre: alusión a la doble naturaleza, humana y divina, de Cristo.
[10] El santo viejo: san José.
[11] ¿qué mucho…?: ¿qué tiene de extraño…?
[12] llora el Sol por dos soles: el Niño Jesús (el Sol) llora por los dos soles que son sus ojos.
[13] Alma, ofrecelde los vuestros: todo el romance ha sido narrativo, pero los cuatro últimos versos constituyen un apóstrofe al alma para que ofrezca sus dones al Niño: «sabed que se envuelve bien / en telas de corazones», con juego de palabras dilógico en telas (prendas tejidas, para abrigarse) y las telas del corazón (la membrana que lo recubre). Cfr. el inicio de la carta de don Quijote a Dulcinea: «Soberana y alta señora: El ferido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene» (Quijote, I, 25).
[14] Tomo el texto de Centro Virtual Cervantes, Poesía navideña hispánica, modificando ligeramente la puntuación.
