Me refiero ahora al análisis de elementos religiosos que se hacen presentes en forma de breves referencias, dentro de poemas que no son de temática religiosa. Por ejemplo, el juego con la expresión llamados y escogidos («Multi enim sunt vocati, pauci vero electi», Mateo, 20, 16; también Mateo, 22, 14) que encontramos en el remate del soneto de Florisa, de La Galatea, Libro I, interpretada aquí en un sentido amoroso: «sé bien que son de amor los escogidos / tan pocos, cuanto muchos los llamados»[1].
El mismo juego lo encontramos reiterado en otros pasajes cervantinos, por ejemplo en el romance de Olalla cantado por Antonio en el Quijote:
Abalánzase al señuelo
mi fe, que nunca ha podido
ni menguar por no llamado
ni crecer por escogido[2].
Pinceladas muy agudas, e indiscutiblemente muy conocedor de la obra cervantina.
¡Felicitaciones!
Muchas gracias, Paco, por tus amables palabras. Un abrazo.