Hay un último detalle que quiero comentar, y es que Néstor Luján echa mano del recurso de presentar la sociedad española a través de un personaje extranjero, de gran tradición (recuérdese por ejemplo lo que hace Cadalso en sus Cartas marruecas, escritas a imitación de las Cartas persas de Montesquieu); no me refiero tanto a los personajes ingleses, sino a Hugo von Stein: aparentemente objetivo o neutral, es él quien se encarga de valorar diversos aspectos sociales[1].
En conjunto, Por ver mi estrella María nos ofrece una buena visión de la sociedad española del Siglo de Oro, con datos y alusiones diseminados a lo largo de todas sus páginas, pero con algunos capítulos especialmente productivos en este sentido: así, los dedicados al principio al estreno de la comedia de Lope con gran valor «arqueológico»; la fiesta de toros, con la descripción de los ricos vestidos de los nobles y las libreas de los criados (pp. 155 y ss.); y la montería o partida de caza con que se despide a los ingleses.
En suma, el objetivo del novelista es entretener al lector con una narración amena y, al mismo tiempo, aprovechar ilustrándolo con algunos conocimientos acerca de aquella época[2]. Y, en efecto, puede decirse que esta Estrella María de Luján nos ilumina acerca de la sociedad española del Siglo de Oro[3].
[1] Por ejemplo, el honor (y, así, se indica que los españoles son «tan insensatos y puntillosos de su honor», p. 18; cito por la 1.ª ed., Barcelona, Planeta, 1988).
[2] En estos últimos años se acumulan varias novelas con Cervantes, Calderón, Quevedo o Francisco de Rojas como protagonistas.
[3] Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «La sociedad española del Siglo de Oro a la luz de las novelas históricas de Néstor Luján: Por ver mi estrella María (1988)», en Álvaro Baraibar, Tapsir Ba, Ruth Fine y Carlos Mata (eds.), Textos sin fronteras. Literatura y sociedad, Pamplona, Eunsa, 2010, pp. 283-300.