La parodia de la etiqueta palaciega y el ceremonial cortesano en las comedias burlescas (1)

En estas piezas encontramos parodiadas diversas ceremonias o costumbres que tienen que ver con la vida y la cortesanía palaciega[1]. Por ejemplo, el besamanos, las manifestaciones de deseo de larga vida al rey (aquí completamente risibles), nombramientos y cargos ridículos, chistes con algunos títulos o tratamientos, etc.

Pares

Empezando por los tratamientos, especialmente repetidos son los chistes —muy fáciles, por otra parte— que juegan con los distintos significados de las palabras Par y Grande. En Grande funciona la dilogía ‘título de la alta nobleza española’ y ‘de gran tamaño’; en Par o su plural Pares funcionan hasta tres significados simultáneamente ‘paladín de Francia’, ‘lo contrario de impar’ y ‘placenta’. El juego dilógico grande / Grande lo encontramos por ejemplo en El Mariscal de Virón[2], donde dice el Rey al protagonista:

REY.- Pues porque en estos confines
siempre Vuecelencia mande,
hacerle quiero más Grande:
traed luego unos chapines (vv. 492-495).

El mismo chiste (el chapín hace Grande a un personaje) se repite en El castigo en la arrogancia[3], cuando Carlomagno indica a Malgesí:

EMPERADOR.- Grande entre grandes te haré.

BRETÓN.- Eso mismo hace un chapín (vv. 133-134).

Un juego más sencillo con Grandes / pequeños lo encontramos en La mayor hazaña de Carlos VI[4], cuando señala el Grande 1:

Que digan será rigor
que andáis, con inquieta llama,
pájaro, de rama en rama,
abeja, de flor en flor,
buscando nuevos empeños
así en Roma como en Flandes,
y esto lo dicen los Grandes
y lo dirán los pequeños (vv. 619-626).

En esta obra, el chiste figura ya desde el reparto, donde se lee que intervienen «Dos Grandes… de cuerpo». La primera Jornada acaba con estas palabras del Rey, dirigidas a sus palaciegos: «Vamos, Grandes… mentecatos» (v. 670). Y hacia el final de la obra de nuevo el mismo chiste, basado en la pausa intencionada —en este caso paréntesis— tras la palabra Grandes:

REY.- Los Grandes (quiero decir
pecados míos) consejo
me dieron, viéndome viejo… (vv. 2075-2077).

Al comienzo de Los Condes de Carrión[5] leemos:

SUERO.- Tratad de tomar estado,
pues ya sois grandes, sobrinos.

DIEGO.- Es merced que nos hacéis
y por eso nos cubrimos (vv. 1-4).

Por lo que toca al tratamiento de Par, observamos la dilogía en Mariscal, v. 528, cuando un Criado dice: «Él está jugando al toro / con Lafín, que es bravo Par»; y en Mayor hazaña, vv. 1355-1358: «Las que sobran o faltan son tan buenas / cuanto va de lo vivo a lo pintado. / Si a las que he referido las juntares / en Palacio tendrás los doce Pares» (se refiere a las veinticuatro mujeres candidatas a casarse con el Rey, o sea, dos docenas, doce pares de mujeres). También se habla de Pares o tripas de Francia en Castigo:

ALAZÁN.- Emperador Carlomagno,
de Francia pares o tripas,
de quien los potrosos vien
y en viendo los gatos mían;
morciégalos con antojos
que en oscureciendo el día,
salís a caza de pollos
como alguaciles de villa.
¡Qué valientes podéis ser
con tan disformes barrigas
más llenas que unos toneles!
¡Guay de los pobres gallinas! (vv. 182-193)

Y más adelante el mismo personaje añade:

ALAZÁN.- Muy poco importa que salgan
al campo en su compañía
más Pares que hayan echado
cien gallegas de las tripas (vv. 240-243)[6].


[1] Esta entrada forma parte del Proyecto «Autoridad y poder en el teatro del Siglo de Oro. Estrategias, géneros, imágenes en la primera globalización» del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España (FFI2014-52007-P).

[2] Juan de Maldonado, El Mariscal de Virón, ed. de Milena M. Hurtado y Carlos Mata Induráin, en Comedias burlescas del Siglo de Oro, VII, ed. del GRISO, volumen dirigido por Carlos Mata Induráin, Madrid / Frankfurt am Main, Iberoamericana / Vervuert, 2011. En adelante, abrevio Mariscal.

[3] El castigo en la arrogancia, en Comedias burlescas del Siglo de Oro, tomo IV, ed. de Alberto Rodríguez, Madrid / Frankfurt am Main, Iberoamericana / Vervuert, 2003. En adelante, abrevio Castigo.

[4] Cito por la edición en preparación de Carlos Mata Induráin.

[5] Los condes de Carrión, ed. de Carlos F. Cabanillas Cárdenas, en Comedias burlescas del Siglo de Oro, tomo V, ed. del GRISO dirigida por Ignacio Arellano, Madrid / Frankfurt am Main, Iberoamericana / Vervuert, 2004.

[6] Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «El “noble al revés”: el anti-modelo del poderoso en la comedia burlesca del Siglo de Oro», Literatura. Teoría, Historia, Crítica (Bogotá, Colombia), 6, 2004, pp. 149-182; y «Reyes de la risa en la comedia burlesca del Siglo de Oro», en Luciano García Lorenzo (ed.), El teatro clásico español a través de sus monarcas, Madrid, Fundamentos, 2006, pp. 295-320. Entre la bibliografía más reciente destaco el trabajo de Ignacio Arellano, «La degradación de las figuras del poder en la comedia burlesca», Bulletin of the Comediantes, 65:2, 2013, pp. 1-19.

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