Para recordar ahora los datos esenciales relativos a Juan David García Bacca, me limitaré a transcribir estas palabras de la entrada bio-bibliográfica que le dedica Ana Azanza Elío en su Diccionario de pensadores:
Nacido en Pamplona en 1901, ha desarrollado su labor docente y de investigación en las Universidades de Santiago de Compostela, Barcelona y Caracas.
Sus obras más conocidas son: Introducción a la logística (Barcelona, 1935-36); Introducción a la lógica moderna (Barcelona, 1936); Invitación a filosofar (Méjico, 1940); Filosofía en metáforas y parábolas (Méjico, 1946); Siete modelos de filosofar (Caracas, 1950); Antropología filosófica contemporánea (Caracas, 1957); Metafísica natural estabilizada y problemática (Méjico, 1963). A él se deben además traducciones de Platón, Plotino y Euclides, y la Poética de Aristóteles, con otros textos de los presocráticos.
Discípulo de Ortega, pero con reminiscencias escolásticas, de las que quiere separarse, dedica su atención preferente a temas de lógica y logística. En sus escritos de filosofía metafísica aparecen motivos existencialistas, sobre todo en sus grandes obras sistemáticas, la Antropología y la Metafísica, en que se trasluce un pensamiento original de fondo realista y ontológico bajo un ropaje existencialista[1].
Hay, por otra parte, estudios que abordan de forma sistemática el pensamiento de García Bacca[2], quien ha sido considerado —por Carlos Beorlegui, uno de los mejores conocedores de su obra— el filósofo más significativo del exilio republicano español:
Uno de los protagonistas del último capítulo, quizás el más sangriento, de esta historia de discontinuidades es Juan David García Bacca, máximo representante del grupo de filósofos de la llamada «generación del exilio republicano de 1939». De indiscutible prestigio intelectual fuera de nuestras fronteras, especialmente en el mundo hispanohablante, entre nosotros ha resultado, hasta no hace mucho, un perfecto desconocido, al igual que el resto de sus compañeros de exilio. La impenetrabilidad del franquismo se encargó de mantener a la sociedad española en el olvido de la llamada por J. Bergamín «España peregrina»[3].
Efectivamente, estamos ante un pensador apenas conocido e insuficientemente estudiado en España, aunque en los últimos años han aparecido algunos trabajos importantes. Un estudio completo de su quehacer pretende ser el del citado Carlos Beorlegui, del año 1998[4], quien destaca dos aspectos de la filosofía de García Bacca: en primer lugar, su carácter proteico y «amiboide», articulado a lo largo del tiempo en cinco etapas; y, en segundo lugar, su carácter utópico y audaz (de ahí precisamente el subtítulo de su trabajo, La audacia de un pensar), que le empuja a filosofar con absoluta libertad y osadía, «sin miedo a la verdad y al error», acerca de todos los temas fundamentales de la filosofía, desde la lógica y la filosofía de la ciencia, hasta la cosmología, la historia de la filosofía, la música, el hombre (ahí está su interesante concepción de la trans-finitud del hombre) y Dios (entendido como trasfondo último del universo). Nos hallamos —sigo parafraseando aquí a Beorlegui— ante un pensamiento sugestivo, profundo y, en ocasiones, provocador, cuya lectura ha producido en algunos adhesiones entusiastas, y en otros, desconcierto e incluso rechazo; pero casi nunca indiferencia:
Se podrá estar o no de acuerdo, total o parcialmente, con sus planteamientos filosóficos, pero no cabe duda de que la lectura de sus libros no deja nunca al lector en una postura indiferente. Su obra provoca admiración por la vastedad de los conocimientos que maneja, el interés y la hondura de los temas que plantea y la libertad con que expresa sus opiniones, sin importarle demasiado si coincide con la opinión de los «ismos» de moda. Es más, en muchos momentos le gusta ser provocativo y “malicioso”, para suscitar la reacción reflexiva del lector[5].
El estudio de Beorlegui aborda estos apartados: «En el horizonte del neotomismo» (donde traza la biografía humana e intelectual de García Bacca y estudia las múltiples influencias iniciales), «El “vitalismo historicista”», «La vuelta a la metafísica y la irrupción del en-ser», «La dimensión socioeconómica de la realidad» y «El porvenir del mundo y del hombre tecnificados». A esos capítulos añade un epílogo titulado «La audacia de un pensar», donde destaca que el de García Bacca era —en el momento de publicar su trabajo, en 1988, el filósofo seguía vivo— un pensamiento abierto, con una obra todavía en producción.
Destaca, pues, en García Bacca la audacia de su pensar, es decir, «el pensar audazmente»[6]. Su filosofía quiere ser una filosofía de la vida, con adscripción en gran medida al raciovitalismo orteguiano, según el cual no se puede separar filosofía y vida. El hombre, caminante incansable, empresario de sí mismo, es considerado el único absoluto de todo el universo. Abierto siempre a todo tipo de influencias —continúa explicando Beorlegui, al que sigo de cerca en este resumen—, García Bacca se ha negado a formar escuela. Con su talante abierto y audaz, ha tratado de acercarse al mayor número posible de saberes: matemáticas, lógica, música, literatura, y una especial inclinación a Platón, el filósofo-literato: «García Bacca sí cree ser una obligación no sólo escribir literariamente, sino escribir sobre las relaciones entre filosofía y literatura»[7].
Sus aportaciones principales —de nuevo en palabras de Carlos Beorlegui— serían:
1) Su insistencia en filosofar desde las más recientes e importantes aportaciones de las diferentes ciencias naturales y humanas.
2) Su confianza y optimismo en el poder del hombre para conocer cualquier parcela de la realidad y transformarla, desde unos planes racionales previos.
3) El empeño y decisión por situar al hombre en el centro de su reflexión filosófica, y en el centro de la estructura ontológica y axiológica de su cosmovisión. De ahí se desprende, en primer lugar, el marcado acento prometeico y ético que impregna toda su obra; y, en segundo lugar, su no menos marcado acento fáustico, que no se conforma más que colocando al hombre como único Señor y Creador de sí y del universo; esto es, haciendo ocupar al hombre el lugar de Dios.
4) La invitación a pensar y a transformar la realidad sin cortapisas, superando cualquier tipo de barrera y dogmatismo. El hombre está hecho para romper todo límite. No en vano es el transfinito, el que sabe siempre salirse de todas las encerronas y emboscadas que le tiende permanentemente la realidad[8].
En definitiva, García Bacca es un filósofo «sugerente, profundo, personal, digno de ser dado ampliamente a conocer y ser recuperado para nuestro ámbito filosófico»[9]. Su obra es bastante extensa, y entre sus principales trabajos se cuentan los siguientes: Introducción a la lógica moderna (1936), El poema de Parménides (Atentado de hermenéutica histórico-vital) (1942, traducción y comentarios), Introducción general a las Enéadas (1948), Siete modelos de filosofar (1950), Antología del pensamiento filosófico venezolano: siglos XVII-XVIII (1954), Fragmentos filosóficos de los presocráticos (1954 y 1963), Antropología filosófica contemporánea. Diez conferencias (1955 y 1982), Textos clásicos para la historia de las ciencias (1961 y 1968), Historia filosófica de la ciencia (1963), Curso sistemático de filosofía actual (filosofía, ciencia, historia, dialéctica y sus aplicaciones) (1969), Lecciones de historia de la filosofía (1972), Filosofía y teoría de la relatividad (1979), Los presocráticos: Jenófanes, Parménides, Empédocles, Refranero clásico griego, Heráclito, Alcmeón, Zenón, Meliso, Filolao, Anaxágoras, Diógenes de Apolonia, Leucipo, Metrodoro de Kío, Demócrito (1984, traducción y notas), Elogio de la técnica (1987), Filosofía de la música (1990) o Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas: Bergson, Husserl, Unamuno, Heidegger, Scheler, Hartmann, W. James, Ortega y Gasset, Whitehead (1990).
Pero —y con esto nos acercamos ya al libro que ahora nos interesa—, en varios de sus trabajos mezcló García Bacca lo filosófico con lo literario. Por ejemplo, basta con examinar estos otros títulos, que completan el corpus de su producción: Filosofía en metáforas y parábolas (Introducción literaria a la filosofía) (México, D. F., Talleres Tipográficos Modelo, 1945), Tres ejercicios literario-filosóficos de dialéctica (Barcelona, Anthropos, 1983), Tres ejercicios literario-filosóficos de economía (Barcelona, Anthropos, 1983), Invitación a filosofar según espíritu y letra de Antonio Machado (Barcelona, Anthropos, 1984), Tres ejercicios literario-filosóficos de moral (Barcelona, Anthropos, 1984), Tres ejercicios literario-filosóficos de antropología (Barcelona, Anthropos, 1984), Tres ejercicios literario-filosóficos de lógica y metafísica (Barcelona, Anthropos, 1986), De magia a técnica: ensayo de teatro filosófico-literario-técnico[10] (Barcelona, Anthropos, 1989), Sobre el «Quijote» y don Quijote de la Mancha: ejercicios literario-filosóficos (Barcelona, Anthropos, 1991) o, en fin, el libro aparecido de forma póstuma, Sobre virtudes y vicios: tres ejercicios literario-filosóficos (Barcelona, Anthropos, 1993).
En las próximas entradas voy a centrarme en Sobre el «Quijote» y don Quijote de la Mancha: ejercicios literario-filosóficos[11], publicación que aporta una lectura original y poco divulgada de la novela cervantina. Resumiré primero la estructura externa y el contenido de la obra de García Bacca, y mencionaré después las ideas clave acerca del Quijote y de don Quijote con las que el filósofo aborda el análisis de las aventuras más significativas del hidalgo y caballero andante de la Mancha[12].
[1] «Juan David García Bacca (Pamplona, 1901-Caracas, 1992)», en Ana Azanza Elío, Diccionario de pensadores. I. Pensadores navarros. Siglos XII-XX, Pamplona, Ediciones Eunate, 1996, p. 317.
[2] Véanse, entre otros, estos trabajos: Mireya Perdomo de González, Bibliografía de Juan David García Bacca, presentación de Ermila Elíes de Pérez Perazzo, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1981; monográfico dedicado a García Bacca, Anthropos. Revista de Documentación Científica de la Cultura, 9, 1982 (y nueva edición en 1991); Carlos Beorlegui, La filosofía del hombre en Juan David García Bacca, tesis doctoral, Bilbao, Universidad de Deusto (Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Departamento de Filosofía), 1983, 2 vols.; Ignacio Izuzquiza, El proyecto filosófico de Juan David García Bacca, Barcelona, Anthropos, 1984; Javier Recás Bayón, El programa metafísico de Juan David García Bacca: de una ontología de la probabilidad a una metafísica transformadora, memoria de licenciatura, Madrid, Universidad Complutense de Madrid (Facultad de Filosofía), 1985; Carlos Beorlegui, «El pensamiento de Juan David García Bacca, un filósofo navarro desconocido», Príncipe de Viana, 6, 1986, pp. 213-240; José Luis L. Aranguren, «Juan David García Bacca, pensador de Dios», Saber Leer, 8, 1987, pp. 8-9; Ludovico Silva, «Juan David García Bacca, filósofo en castellano», Mundaiz, 33, enero-junio de 1987, pp. 79-92; Carlos Beorlegui, «La presencia de Ortega y Gasset en el pensamiento de García Bacca», Letras de Deusto, vol. 18, núm. 40, 1988, pp. 93-117. Carlos Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, Bilbao, Universidad de Deusto, 1988; Juan F. Porras Rengel, «Semblanza heterodoxa de Juan David García Bacca», en Juan David García Bacca: exposición bibliográfica, hemerográfica, sonora, fotográfica y de manuscritos, Caracas, Instituto Autónomo-Biblioteca Nacional y de Servicio de Bibliotecas, 1988; Ana Azanza Elío, «Juan David García Bacca (Pamplona, 1901-Caracas, 1992)», en Diccionario de pensadores. I. Pensadores navarros. Siglos XII-XX, Pamplona, Ediciones Eunate, 1996, pp. 317-339; Roberto Aretxaga Burgos, La filosofía de la técnica de Juan David García Bacca, tesis doctoral, Bilbao, Universidad de Deusto (Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Departamento de Filosofía), 1998; Nilo Palenzuela, El hijo pródigo y los exiliados españoles. Poesía y filosofía: García Bacca y María Zambrano, Madrid, Verbum, 2001; Carlos Beorlegui, «Vigencia y actualidad de la filosofía de García Bacca», Letras de Deusto, vol. 32, núm. 94, 2002, pp. 43-69; Cristina de la Cruz, «El pensamiento de García Bacca, una filosofía para nuestro tiempo», Letras de Deusto, vol. 32, núm. 94, 2002, pp. 43-69; Carlos Beorlegui, La filosofía de Juan David García Bacca en el contexto del exilio republicano, Bilbao, Universidad de Deusto, 2003; Carlos Beorlegui, Cristina de la Cruz y Roberto Aretxaga (eds.), El pensamiento de Juan David García Bacca, una filosofía para nuestro tiempo. Actas del Congreso Internacional de Filosofía: Centenario del nacimiento de Juan David García Bacca (Bilbao, 15-19 de octubre de 2001), Bilbao, Universidad de Deusto, 2003; y Jorge M. Ayala, Juan David García Bacca: biografía intelectual (1912-1938), Madrid, Ediciones Diálogo Filosófico, 2005.
[3] Carlos Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, Bilbao, Universidad de Deusto, 1988, p. 18.
[4] Es el mencionado en la nota anterior.
[5] Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, pp. 252-253.
[6] Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, p. 245.
[7] Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, p. 248.
[8] Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, p. 249.
[9] Beorlegui, García Bacca, la audacia de un pensar, p. 253.
[10] Este libro comienza con una destacada evocación cervantina: «El Retablo de Maese Pedro, una de las aventuras del Quijote, abre el ensayo. Sirve para ilustrar el mensaje que García Bacca quiere sugerir al lector, acercar la filosofía a las artes y a las ciencias e inversamente, que la filosofía se aventure a ser enseñada por los demás saberes» (Beorlegui, 1988, p. 333).
[11] Juan David García Bacca, Sobre el «Quijote» y don Quijote de la Mancha: ejercicios literario-filosóficos, Barcelona, Anthropos, 1991 (Colección Pensamiento Crítico-Pensamiento Utópico, 59). Citaré siempre respetando las peculiaridades de García Bacca en lo que se refiere al uso de mayúsculas, cursivas y otros recursos que emplea para destacar tipográficamente determinados conceptos o expresiones.
[12] Para más detalles remito a mi trabajo: Carlos Mata Induráin, «El Quijote y don Quijote a la luz de los Ejercicios literario-filosóficos de Juan David García Bacca», en José Ángel Ascunce y Alberto Rodríguez (coords.), Cervantes en la Modernidad (Cervantes y su mundo, V), Kassel, Edition Reichenberger, 2008, pp. 277-296.

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