De Ángel de Miguel Martínez, poeta castellano-navarro (burgalés de nacimiento, en La Nuez de Arriba, pero afincado en Estella desde hace muchos años), ya había quedado recogido en el blog su precioso y cantarín «Villancico de la Fuente de Irache». Ahora, respondiendo amable a la petición del Gobernador de esta Ínsula Barañaria, me envía, en prueba de amistad, su inédito «Villancico triste para un Niño sin posada». El poema, de grácil ritmo (se construye con ágiles tetrasílabos), pone de relieve el desvalimiento del Niño Jesús recién nacido, que no ha encontrado posada abierta para Él, y que se ve reconfortado únicamente por distintos elementos de la naturaleza (astros, escarcha, nieve, agua, noche-vaca, luna-mula, estrella, auroras).
Este es el texto del villancico:
Para el Niño
no hay posada,
solo hay astros
que lo guardan.Para el Niño,
pan de escarcha,
miel de nieve,
roscos de agua…Y la noche,
negra vaca
que le muge
sol de nanas.Y la luna,
mula blanca
que le rumia
madrugadas.Y una estrella
oxidada,
pezoncillo
de luz pálidaque lo arrulla
y amamanta
mientras llega
la mañana.Para el Niño
no hay posada,
solo auroras
desoladas.
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