A Víctor Manuel Arbeloa hay que recordarlo en este recorrido por la Navidad de los poetas navarros en un doble sentido. Por un lado, es autor de dos poemarios de tema navideño: Dios es hombre para siempre: cantos y llantos de Navidad (Salamanca, Sígueme, 1966) y Nuevos cantos y llantos de Navidad (Estella, Verbo Divino, 1977), que fueron reunidos después en un solo volumen titulado Toda la Navidad (1989). Por otra parte, ha recopilado un libro antológico sobre La Navidad en la poesía navarra de hoy (Pamplona, edición del autor, 1987), muy útil para quien quiera profundizar en la lectura de otros poemas. En fin, más tarde volvió a recoger algunos poemas navideños suyos en La otra Navidad (Estella, Verbo Divino, 1993).
Arbeloa es, en efecto, un escritor importante para el tema que nos ocupa, pues con sus obras vino a renovar el panorama de la poesía navideña, no solo en el ámbito navarro, sino en el conjunto de la poesía española. Cabe destacar, en muchos de sus poemas, la mezcla de la Navidad con una clara temática social, como reflejan los títulos de Nuevos cantos y llantos de Navidad: «Villancico a Rafael Alberti», «Entre el frío y el hambre», «Navidad en las chabolas», «Réquiem navideño por el Che Guevara», «Casas de Sicilia», «Guerra entre judíos y árabes», «Los magos del petróleo», «Villancico al P. Camilo Torres», «Canción del niño pastor», «Muchachitos de Praga», «Los niños de Extremadura», «Belenes del siglo XX», «Elegía a Martín Lutero King», «Letrilla al soldado norteamericano en Vietnam», etc. (el libro, lo recordaré, no pudo publicarse hasta 1977, y esa era la época complicada de los primeros momentos de la transición hacia la democracia en España).
En el comienzo del «Villancico del pozo del tío Raimundo» (una conocida población suburbial madrileña) leemos:
Los pastores son muy claros,
los ángeles muy oscuros,
el cielo se llama tierra,
los caminos van sin rumbo
hacia chabolas de latas,
de viento y de barro duro.
Los Magos son las quinielas,
el sueño, el vino y el fútbol.Los inocentes del Sur
aquí buscaron refugio,
huyendo de los Herodes
con corazones de puño
que van siguiendo a los pobres
con sus anillos de pulpo.
Arbeloa canta también la Navidad del dinero y el poder:
Dios ha nacido
en la Wall Street.El dios del dólar
y de Caín.Le cantan nanas
Ian Smith,
los banqueros de Londres
o de Madrid.Cien mil marines
con su fusil.
O vierte sus preocupaciones sociales en letrillas cáusticas como estas:
Obrero,
¿te han puesto en este belén
para tocar el pandero?
¡Qué bien!… … …
Un poco más de valor,
mi señora sensiblera.
¿Era el establo peor
que el cuarto de la portera?
La idea de que las cosas deben cambiar, de que hay que hacer algo más que dar besos, la encontramos al comienzo del poema «Cancionero muy real de Navidad», donde leemos esta versión de un célebre villancico:
San José al Niño Jesús
un beso le dio en la cara,
y el Niño Jesús le dijo:
—Con besos no arreglas nada.
En otros poemas se repite un estribillo sorpresivo:
¡Déjenlo crecer!
«Este niño hermoso»
les dará que hacer.
No es tan delicioso
como algún meloso
puede pretender.
¡Déjenlo crecer!
Entonces veremos
lo que muchos “buenos”
le harán padecer.
¡Déjenlo crecer!
A veces el poema adopta la forma de nana para dormir al Niño:
Duerme, paloma blanda,
panal de nieve,
estrella recortada,
luna creciente.… … …
Antes de que los hombres
que no te quieren
quieran verte despierto,
mi Niño, duerme.Que tu madre te guarda
senos calientes
y unos besos de virgen
cuando despiertes.
O bien, se anticipan en los versos dedicados al nacimiento los sufrimientos de la Pasión, como era tradicional en este tipo de poesía en la época clásica:
Como las ramas
del pino
son los dos brazos
del niño.Redondas
como los clavos
tiene mi niño
las manos.Generosa y dócil
como una tabla
tiene mi niño
la espalda.
En definitiva, Víctor Manuel Arbeloa es uno de los poetas navarros que más y mejor contribuyeron a renovar el panorama de la poesía navideña, y lo hizo utilizando múltiples y variados registros, que van desde los más tradicionales a otros modernos, como la inclusión en sus poemas de la problemática social española de los años 70.
Magníficos poeman, Victor Manuel no solo por su vinculación religiosa sino por su querencia personal, ha glosado a la Navidad desde la problemática diversa de los hombres.
Así es, Javier, y son poemas novedosos a la altura de los 70-80 en España precisamente por dar cabida a esa problemática social…
Yo diría que los poemas navideños de Arbeloa responden a la poesía social, pero más aún a la trasformación de los poemas de temática religiosa, la humanización o socialización de unos poemas que pasan de la piedad clásica a la trasformación en Dios en hombre , como decía mi buen amigo Leopoldo deLuis, Diios pasa a ser el obrero de Tarrasa.con toda la problemática del hombre.Ese interesantísimo cambio de lo religiosos hagiográfico a la protesta cristianop social es motivo de una nueva forma de entender la religiosidad y antecede y continúa al concilio Vaticano II, como el fenómeno de los curas obreros y movimientos sociales de signo cristiano. .Varios poemas navideños de Arbeloa son recogidos por Leopolde de Luis en su «Antología de Poesía Religiosa (Alfaguara 1969) son «comunión en Nochebuena»,»Bendición de nochebuena» «Te llevaré en tranvía»»Al Niño de la cuna» «Otros belenes»»Belén imperfecto» «Navidad negra»»El hambre llega a belén»Dejad al niño quieto» «La luna de Navidad». Ese movimiento de acción cristiana y al mismo prédica es lo que Florencio Martinez Ruiz llamó «nuevo mester de Clerecía». La poesía navideña de Arbeloa estaría en esta linea.
Interesantísimo comentario, Charo, que completa a la perfección mi breve gosa de los poemas de Arbeloa. Te agradezco enormemente tus comentarios, que enriquecen, siempre, las entradas del blog. Gracias mil.
gracias a tí, Carlos, que me haces discurrir un poco sobre temas que siempre me han interesado.
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