Tres villancicos de Concha Méndez: «El panaderito», «Sopitas de almendra» y «Caballito, corre»

Con el pan, con el pan
yo le pido la paz;
con la leche y la miel
yo le pido la fe.
(Carmelo Erdozáin,

«Yo soy un pastorcillo»)

De Concha Méndez —nombre literario de Concepción Méndez Cuesta (Madrid, 1898-Ciudad de México, 1986)— ya había transcrito aquí los villancicos «De la miel y del azúcar…» y «Una cañita de azúcar…». Añado hoy tres más, que no requieren mayor comentario, dada su sencillez. Es el primero «El panaderito»:

El panaderito
sale hacia Belén;
lleva en su canasta
las tortas con miel
y pan con almendras
que acaba de hacer.
La panaderita
con él va también.

El panadero de Belén
El panadero de Belén.

El que comienza «Sopitas de almendra» dice así:

Sopitas de almendra
y miel en puchero,
le llevan al Niño;
y también romero.
De cantar no dejan
los dos peregrinos,
mientras van, alegres,
andando caminos.

En fin, el tercero es «Caballito, corre»:

Caballito, corre,
que voy a Belén
y se me hace noche
por el naranjel.

Mi madre no sabe
que yo voy a ver
al Niño de nácar
que ha nacido ayer.

Quiero volver pronto,
que tranquila esté.
¡Corre, caballito,
si me quieres bien![1]


[1] Tomo los textos de la antología Porque esta noche el Amor. Poesía navideña del siglo XX, introducción y selección de poemas por Miguel de Santiago y Juan Polo Laso, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1997, pp. 240-241, 242 y 243, respectivamente. Cito con algún ligero retoque en la puntuación del tercer poema (añado las comas para aislar el vocativo en los versos 1 y 11).