Otro poema de Rafael Guillén: «Un beso en Jaipur»

El otro día copiaba el poema «La huella» de Rafael Guillén, poeta español de la Generación del 50. Vaya para hoy este otro, también de Últimos poemas (Lo que nunca sabré decirte), en el que el sujeto lírico nos habla de su amor en el exótico marco de las calles de Jaipur (India).

Hawa-Mahal (El Palacio de los Vientos), Jaipur (India)
Hawa-Mahal (El Palacio de los Vientos), Jaipur (India).

Dice así:

Un torrente de humanidad y blancos
blusones —rostros
cetrinos, venerables
turbantes—, inundando
las calles de Jaipur, entre los tenderetes
de las aceras y los desperdicios
esparcidos y los animales
y sus inmundicias y rugientes motos
y bicicletas y rickshaws y el griterío
y, en el centro de la calzada, recostadas
y displicentes, las sagradas
vacas interrumpiendo
el discurrir, ya de por sí caótico
de aquella turbamulta.

Triscaban por las azoteas
las cabras y algún ave de corral,
y allí nosotros encumbrados
sobre el gentío, encaramados
en uno de esos mundos
que conforman el nuestro, traspasando
las coordenadas de una apenas asumible
realidad.

Y te besé despacio, y transportado
a otras esferas, confirmé en el beso
mi certeza, ya vieja, de que había,
ajeno a éste, muchos otros mundos
—no ya en la misma órbita
de aquel que pululaba a nuestros pies—
que existían ocultos
en la humedad de tantos labios,
en la humedad doliente
de tantos ojos, más alta de situaciones
geográficas o costumbristas.

Y di en pensar si cuando un día esparzan
nuestras cenizas, no irá en ellas
pulverizado, alguno de esos mundos
que nuestros versos van creando;
como el que un día
creamos por las azoteas
de Jaipur[1].


[1] Rafael Guillén, Últimos poemas (Lo que nunca sabré decirte), Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2019, pp. 41-42.

«La huella», poema de Rafael Guillén

El poeta Rafael Guillén (Granada, 1933-Granada, 2023) forma parte de la generación del 50. Su producción literaria está jalonada por diversos reconocimientos: en 1994 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por Los estados transparentes (1993) y en 2003 fue Premio de la Crítica Andaluza por Las edades del frío (2002). En 2011 la Asociación Colegial de Escritores de España le concedió el Premio de las Letras Andaluzas «Elio Antonio de Nebrija» por el conjunto de su obra literaria. En 2014 fue Premio Internacional Federico García Lorca.

Una amplia selección de su obra quedó recogida en Estado de palabra (Antología 1956-2002), volumen editado por Francisco J. Peñas Bermejo (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2003). Otro libro antológico de sus poemas es Versos para los momentos perdidos (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2011). Además, se han publicado tres volúmenes de sus Obras Completas (Granada, Almed, 2010): dos de poesía y uno de narrativa y prosas varias[1]. Más recientemente han aparecido sus Últimos poemas (Lo que nunca sabré decirte) (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2019).

Copio hoy, de este último poemario, la composición titulada «La huella», que es la de la belleza y el amor:

Todo lo bello deja un hueco
en el lugar en donde estuvo, como
queda la huella
de un cuadro en la pared en donde
permaneció colgado un tiempo.

Así, por donde pasas, vas dejando
sucesivas imágenes
que, aunque invisibles,
están ahí y que puedo
ver con los ojos del amor. Son como
migajas de hermosura,
pequeñas vibraciones
del aire, notas sueltas
de una canción que tal vez nunca
llegó a sonar.

Y no me esfuerzo en perseguir
una gozosa cercanía porque
el tacto es mucho menos
real que este saberte
presente en esta persistente huella,
ese consuelo que me dejas
cuando te vas, ese milagro
que no termina[2].


[1] El lector interesado encontrará más información sobre Rafael Guillén y su obra en su web.

[2] Rafael Guillén, Últimos poemas (Lo que nunca sabré decirte), Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2019, p. 17.