El soneto «A un esqueleto» de Francisco López de Zarate

Del mismo autor, Francisco López de Zarate, podemos recordar otra composición dedicada a «A un esqueleto». Llama la atención en el soneto la triple apelación directa al oyente («Tú, tú…, tú», v. 1) para advertirle de la muerte venidera, de su completa identificación con el esqueleto («este mesmo», v. 1; «eso», v. 8; «esto», v. 14). Por lo demás, el soneto desarrolla el tópico medieval del poder igualador de la muerte, que llega inexorable a todos, sean reyes o plebeyos (vv. 7-8). Tal es la lección que brinda el tiempo a todos los hombres, soles humanos que siempre tienen cercano su ocaso (v. 12): la muerte —este esqueleto que nos sirve de muda lección— es «lo cierto de tu historia» (v. 14).

In ictu oculi, de Valdes Leal

Tú, tú eres este mesmo, tú, si adviertes
a la fraterna unión que te apercibe;
que si no para sí, para ti vive,
pues en él te hallarás, si te diviertes.

Que una, aunque varias, son todas las suertes
que en el compuesto polvo el tiempo escribe;
ni ser rey ni plebeyo se percibe:
menos, o más, en eso te conviertes.

No huyas de temor, que no das paso
que no te lleve a ser lo que te espanta
y desprecias el bien de la memoria.

Humano sol, aquí tienes ocaso;
docto este bronce el tiempo te levanta;
monarca, esto es lo cierto de tu historia[1].

 


[1] Tomo el texto de José Manuel Blecua, Poesía de la Edad de Oro, II, Barroco, Madrid, Castalia, 2003, p. 183.