El soneto «Gracias, Señor» de Luis Álvarez Lencero

Llegados ya al Lunes de Pascua, es tiempo de cerrar este pequeño ciclo poético de Semana Santa (Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo) en el que nos han acompañado textos de Lope de Vega (el romance «Al levantarle en la Cruz» y el soneto «¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado…»), de Rafael Sánchez Mazas (el soneto «Cristo») y de Antonio Murciano («Acción de gracias», soneto también). Copiaré hoy otro soneto, el titulado «Gracias, Señor» del escultor, pintor y poeta Luis Álvarez Lencero (Badajoz, 1923-Mérida, 1983), perteneciente a su libro Poemas para hablar con Dios, prólogo de Alejandro García Galán, Madrid, Artes Gráficas Ibarra, 1982, donde se localiza en la página 20. Se trata, como el soneto de Murciano, de un texto que expresa la gratitud del yo lírico (nótese la anáfora paralelística de «Gracias por…» en los vv. 1, 3, 5, 12 y 13) a ese «Dios amigo» (v. 14) al que se dirige.

GraciasSeñor

El texto del poema es como sigue:

Gracias por esta vida que me has dado,
y, también, porque un día seré muerte.
Gracias por esta gracia de comerte
convertido tu cuerpo en pan sagrado.

Gracias, Señor, por todo lo creado,
por mi cruz y mis penas, de tal suerte
que no sería digno de quererte
si no estuviera en Ti crucificado.

Bendito sea el dolor de cada día.
Los clavos que me unen al madero
me tengan a tus pies siempre contigo.

Gracias por el regazo de María.
Gracias por tanto amor y porque muero
besándote las llagas, Dios amigo[1].


[1] Recogido en Cuando rezar resulta emocionante. Poesías para orar, 2.ª ed., refundida y ampliada, selección, presentación y notas de Manuel Casado Velarde, Madrid, Ediciones Cristiandad, 2017, p. 24, por donde cito.