Antecedentes de la novela histórica: la materia morisca

Más importante es la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, «novela histórica morisca» cuyo episodio central (la captura y posterior liberación del moro enamorado) parece inspirarse en un hecho realmente sucedido o, cuando menos, verosímil en el contexto de la guerra fronteriza granadina. Además, el autor atribuye la acción a un caballero, Rodrigo de Narváez, de existencia real, aunque la obra no está exenta de algunos anacronismos.

El Abencerraje

A ese aire de verosimilitud contribuyen también la exactitud topográfica y la acertada descripción de armas y vestidos. El Abencerraje es, junto a la ya mencionada —en una entrada anterior— Crónica sarracina y a la primera parte de las Guerras civiles de Granada, a la que pronto me referiré, uno de los antecedentes más claros de la novela histórica moderna.

Los romances fronterizos, que solían ser «romances noticiosos» —según la denominación de Menéndez Pidal—, cantan sucesos diversos de la guerra de Granada, hechos aislados de carácter episódico, como el cerco de Baeza en 1368 por el rey de Granada y don Pedro el Cruel, la conquista de Antequera y de Alhama, el sitio de Álora o la muerte de don Alonso de Aguilar en la guerra de las Alpujarras en 1501. Estos romances introducen elementos novelescos, con lo que carecen en general de autenticidad histórica; pero, a su vez, dieron lugar a leyendas que los historiadores aceptaron frecuentemente, «ya que el crédito del romancero como fuente informativa estaba muy alto en los siglos XV y XVI»[1].


[1] María Soledad Carrasco Urgoiti, El moro de Granada en la literatura, Granada, Universidad de Granada, 1989, p. 34. Ver para más detalles Carlos Mata Induráin, «Retrospectiva sobre la evolución de la novela histórica», en Kurt Spang, Ignacio Arellano y Carlos Mata (eds.), La novela histórica. Teoría y comentarios, Pamplona, Eunsa, 1995, pp. 13-63; 2.ª ed., Pamplona, Eunsa, 1998, pp. 11-50.